Los principales sindicatos y organizaciones profesionales con representación en el sector nuclear —UGT, USO, CSIF, SIE, SIN, FELO y la Confederación de Cuadros y Profesionales (CCP)— han visitado en las últimas semanas las instalaciones de la central de Almaraz para trasladar su respaldo unánime a la continuidad de la planta más allá de 2027.
Durante las visitas, las organizaciones sindicales han puesto de relieve el papel estratégico de Almaraz en el sistema eléctrico español, su contribución a la reducción de emisiones y, sobre todo, su importancia como motor económico y social para Extremadura. Han coincidido en que un cierre anticipado tendría consecuencias severas en términos de empleo, desindustrialización regional y pérdida de estabilidad en el sistema eléctrico nacional.
La diferentes organizaciones han reiterado su firme posición a favor del mantenimiento de la central, defendiendo que “Almaraz es necesaria” y que su cierre solo agravaría los problemas de descarbonización, suministro y coste de la energía. Además han alertado sobre el impacto fiscal que soporta la instalación —450 millones de euros anuales en tributos, de los que 100 millones repercuten directamente en Extremadura— y han denunciado que esta carga pone en riesgo la viabilidad de la planta pese a su excelente rendimiento.
