Actualmente en los aparcamientos de la Central Nuclear de Almaraz se encuentran instaladas 12 estaciones de carga de vehículos eléctricos para los empleados, otras 12 estaciones de carga serán instaladas en la Central Nuclear de Trillo, así como 4 enchufes y 6 estaciones en las oficinas centrales. Un total de 34 puestos para vehículos eléctricos a disposición de los trabajadores como muestra de la apuesta de CNAT por el fomento de este medio de transporte.
El vehículo eléctrico se está convirtiendo en una solución a los problemas de calidad del aire en las ciudades y al cambio climático. Las políticas de fomento para la compra de este tipo de vehículos y su evolución tecnológica han supuesto un aumento exponencial en la adquisición de vehículos eléctricos en los últimos años. En el caso de España las matriculaciones de este tipo de vehículos han pasado de menos de 2.000 vehículos en 2013 a más de 85.000 vehículos en 2022.
Hasta ahora, uno de los inconvenientes de los vehículos eléctricos es la posibilidad de recarga. El Real Decreto Ley 29/2021 de 21 de diciembre por el que se adoptan medidas urgentes en el ámbito energético para el fomento de la movilidad eléctrica, el autoconsumo y el despliegue de energías renovables, obliga a disponer de una estación de recarga de vehículos eléctricos por cada 40 plazas de aparcamiento o fracción, hasta 1.000 plazas, y una estación de recarga más por cada 100 plazas adicionales o fracción.
La sustitución del vehículo convencional por el vehículo eléctrico puede reducir entre un tercio y un quinto de las emisiones asociada a los desplazamientos del personal por motivos de trabajo, dependiendo del modelo y tecnología de ambos. De esta forma, por ejemplo, considerando una distancia aproximada de 20 km del hogar al puesto de trabajo, las emisiones asociadas al recorrido de ida y vuelta del vehículo eléctrico supondrían entre 1 y 1,8 kg de CO2e/día, mientras que un vehículo convencional de gasolina conllevará una emisión asociada entre 3,3 y 5,7 kg de CO2e/día.
Además, esta reducción de huella de carbono por uso de vehículo eléctrico, asociada a políticas que fomenten el trabajo a distancias, podrían llegar a reducir hasta 10 veces la huella de carbono actual asociada a los desplazamientos por motivo de trabajo.